Protege el diseño de tus productos: claves para registrarlos en España y la Unión Europea

El diseño industrial es una herramienta fundamental para aquellas empresas que buscan proteger la apariencia estética de sus productos. Si tu empresa crea diseños propios, es esencial que conozcas cómo registrar y proteger legalmente estos diseños, tanto en España como a nivel europeo.

Para hacernos una idea, imaginemos una empresa de mobiliario de diseño, especializada en muebles innovadores y sostenibles. La compañía ha desarrollado una nueva línea de sillas con una estructura única, fabricadas con materiales reciclados y un diseño ergonómico exclusivo. Para evitar que competidores copien su diseño deciden registrarlo como diseño industrial. De esta manera, obtiene una protección legal que impide a terceros fabricar y comercializar productos idénticos o similares sin su autorización, asegurando así la exclusividad de su innovación en el mercado.

En este artículo, te explicamos los requisitos clave y la estrategia más efectiva para garantizar su autenticidad.

Requisitos básicos para proteger un diseño industrial

El diseño industrial protege la apariencia estética de un producto, es decir, sus características visuales derivadas de líneas, contornos, colores, formas, texturas o materiales del producto en sí o de su ornamentación. Para ello debe cumplir con una serie de requisitos:

  • Novela

El diseño debe ser completamente nuevo. No puede haberse divulgado previamente ningún diseño idéntico. Se considera divulgado cuando ha sido accesible al público mediante publicación, exposición o comercialización, salvo ciertas excepciones.

  • Carácter singular

El diseño debe producir una impresión general diferente en el usuario informado con respecto a diseños previos. El «usuario informado» es una figura intermedia con conocimientos sobre los productos del sector, pero sin ser un profesional técnico.

  • Carácter estético y no técnico

El diseño no puede estar determinado exclusivamente por su función técnica. Es decir, si la forma de un producto es imprescindible para su funcionamiento, no puede protegerse mediante diseño industrial. Para esos casos, la protección debería darse mediante patentes o modelos de utilidad. Si al menos una de las características del diseño es estética y no meramente funcional, el diseño podrá registrarse, siempre que cumpla los requisitos de novedad y carácter singular.

  • Período de gracia: divulgaciones inocuas

La legislación permite un «período de gracia» de 12 meses para divulgaciones hechas por el propio creador o con su consentimiento. Si el diseño se divulga dentro de ese plazo, no pierde su novedad. En el caso de que la divulgación se haya realizado más de 12 meses antes del registro, el diseño ya no podrá ser protegido.

  • Duración de la protección del diseño

El diseño registrado ofrece protección por un mínimo de 5 años, renovables en períodos de 5 años hasta un máximo de 25 años. Por otro lado, el diseño no registrado ofrece protección automática durante 3 años desde la primera divulgación en la UE. Esta modalidad es especialmente útil en sectores con ciclos de vida de producto muy cortos, como la moda o la tecnología.

Registrar un diseño industrial en España o la UE es una decisión estratégica clave para proteger la identidad visual de un producto y evitar copias. Conocer las diferencias entre diseño registrado y no registrado, así como las vías de protección acumulada, permite a las empresas elegir la mejor estrategia según sus necesidades y objetivos de negocio.

En Economía Responde, ofrecemos información importante y recursos para que las empresas puedan tomar decisiones informadas sobre la protección de sus diseños industriales. Mantente al día con nuestras publicaciones y consulta a expertos para asegurar el éxito de tu estrategia de propiedad industrial.