El área de personas como motor del cambio: cuatro claves en el área de recursos humanos

La responsabilidad social corporativa (RSC) ha evolucionado hacia un modelo más humano, en el que el área de personas juega un papel estratégico. Cuidar del bienestar físico y psicológico de los equipos, apostar por la diversidad y garantizar un entorno laboral sostenible y ético son hoy prioridades indiscutibles. Las empresas que lideran este cambio no solo fortalecen su cultura interna, sino que también ganan en competitividad y reputación.

Este año 2025 está siendo un año clave para consolidar un modelo empresarial más responsable. ¿Qué están haciendo las empresas que marca la diferencia en el área de recursos humanos?

1. Diversidad e inclusión: clave para atraer y fidelizar talento

Fomentar entornos diversos e inclusivos ya no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia empresarial inteligente. Las políticas DEIB (Diversidad, Equidad, Inclusión y Pertenencia) ayudan a construir equipos más creativos, cohesionados y alineados con los valores actuales de la sociedad.

Desde el área de personas, se refuerza la necesidad de diseñar procesos de selección libres de sesgos, fomentar la representación de colectivos infrarrepresentados y promover una cultura organizativa que valore las diferencias como fuente de innovación. Todo esto impacta directamente en la satisfacción laboral y en el sentimiento de pertenencia del talento.

2. Bienestar psicológico: una inversión imprescindible

El cuidado de la salud mental de los trabajadores está siendo otro de los grandes ejes de trabajo ya que las organizaciones son cada vez más conscientes de que el bienestar emocional influye directamente en la productividad, el compromiso y la retención del talento.

Por eso, muchas empresas están impulsando programas de bienestar psicológico que se adaptan a las distintas realidades de sus empleados. El liderazgo empático, la prevención del estrés y el acompañamiento emocional se consolidan como responsabilidades estratégicas del área de personas, que debe ser garantía de una cultura laboral saludable y resiliente.

3. Sostenibilidad ambiental con enfoque humano

La sostenibilidad no solo afecta a los procesos productivos, sino también a la forma en que se organiza y motiva a los equipos. Desde RRHH, se promueve una nueva forma de trabajar más alineada con los valores ambientales: oficinas ecoeficientes, digitalización de procesos, movilidad sostenible o formación interna en buenas prácticas energéticas.

Además, cada vez más personas quieren trabajar en organizaciones comprometidas con el planeta. La sostenibilidad, por tanto, se convierte también en un foco de atracción y fidelización de talento.

4. Transparencia: una demanda interna y externa

La transparencia es ya una expectativa básica tanto para los consumidores como para los propios trabajadores, lo que implica una mayor claridad en las políticas internas, en los procesos de promoción o en las medidas de conciliación.

La rendición de cuentas se extiende a todos los niveles: ambiental, social y laboral. Por eso, los departamentos de RRHH deben liderar la elaboración de informes internos y externos que reflejen el impacto real de las acciones de la empresa en sus personas y en la sociedad.

Así que las tendencias que se están siguiendo en el área de personas son las protagonistas para alcanzar una transformación hacia empresas más conscientes, sostenibles y centradas en el bienestar. Cuidar del talento es también cuidar del futuro.

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