Debes acceder a una incubadora en las primeras fases de tu proyecto emprendedor, cuando la startup aún está en proceso de creación y desarrollo de la idea de negocio, antes de convertirse en una empresa consolidada.
En esta etapa inicial, la incubadora te ayuda a estructurar el proyecto, validar la viabilidad del negocio y preparar el lanzamiento al mercado, ofreciendo recursos, asesoramiento y apoyo para superar los retos propios de este momento crítico. Entrar en una incubadora en este periodo aumenta las posibilidades de éxito y facilita el crecimiento sostenible de tu empresa.
Si necesitas asesoramiento gratuito, puedes solicitarlo a través de este enlace.
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