Dentro de los múltiples retos financieros que un emprendedor encuentra, hay dos que destacan por la importancia y el desafío que suponen: cómo ponerse en marcha y cómo seguir creciendo una vez que se ha arrancado. Hoy hablaremos del primero de ellos.
Al poner en marcha un nuevo proyecto, incluso para empresarios experimentados, el mayor obstáculo puede ser la financiación. Y en muchos casos, los fondos necesarios para arrancarlo solo podrán proceder de los ahorros personales, fruto de años de esfuerzo y sacrificio. No obstante, las oportunidades de negocio no siempre llegan en el momento ideal, cuando los fondos ya están disponibles, y una gran idea puede perderse si no se consigue financiación externa a tiempo.
Conseguir financiamiento tradicional no es nada fácil. Y aunque existen programas públicos y subvenciones, estos están llenos de requisitos, plazos largos y criterios muy específicos. Y, por otra parte, la banca exige avales, garantías, una larga lista de documentos y, incluso tras semanas de espera, no siempre dan una respuesta favorable. Es cierto que contar con el apoyo de una consultoría o un gestor especializado permite navegar estos procesos con mayor éxito, pero, aún así, muchos emprendedores acaban desanimados al ver cómo una buena idea se frena por factores que poco tienen que ver con el potencial real del proyecto.
Es en este punto donde conocer y explorar las fuentes alternativas de financiación puede marcar la diferencia entre aprovechar una oportunidad o ver cómo otra persona pone en marcha esa misma idea. Y en el mundo de las pymes ya han surgido herramientas que antes parecían exclusivas de start-ups tecnológicas de Silicon Valley, Pekín o Cambridge, pero que hoy están al alcance de cualquier empresario, incluso desde el móvil.
Para los nuevos proyectos aparece como gran oportunidad las plataformas de crowdfunding. Estas han demostrado ser especialmente eficaces para ideas innovadoras, proyectos sociales o productos creativos, donde el entusiasmo colectivo juega un papel fundamental.
El crowdfunding es un mecanismo de captación de fondos privados que aprovecha la visibilidad del entorno digital. Plataformas como GoFundMe, Kickstarter o Crowdcube hacen de puente entre quienes necesitan capital y quienes están dispuestos a apoyar proyectos en los que creen. A cambio de una comisión por el servicio, si se alcanzan los objetivos de recaudación los fondos quedan disponibles en su totalidad para el uso del propósito anunciado.
Si tu proyecto genera entusiasmo, tiene un componente tecnológico, o crees que podría atraer a muchas personas si tuviesen la oportunidad de conocerlo, esta modalidad es perfecta para ti.
Ahora bien, ¿y si tu negocio ya está en marcha y lo que necesitas es otro tipo de productos financieros, incluso si eso implica asumir un coste por los fondos recibidos? Para estos casos, las fintech representan una excelente opción.
Emprender sin el apoyo de la banca tradicional es posible, pero requiere conocer bien las alternativas disponibles y actuar con determinación. Iniciativas como el crowdfunding permiten dar los primeros pasos cuando el acceso al crédito parece bloqueado, ofreciendo una vía directa, flexible y digital para validar una idea y obtener los recursos necesarios. Aprovechar estas herramientas no solo supone una solución financiera, sino también una oportunidad para conectar con el público, validar el interés del mercado y crear comunidad en torno a un proyecto.
Si necesitas ayuda en este ámbito, puedes solicitar el asesoramiento gratuito que ofrecemos desde la Oficina Económica de Galicia. Lo único que tienes que hacer es rellenar un formulario en línea y una persona experta se pondrá en contacto contigo.