Las cuentas compartidas son un problema frecuente en el mundo empresarial. En ciberseguridad siempre decimos que el usuario es el eslabón más vulnerable de la cadena de seguridad, y, a más usuarios, más difícil es de gestionar, renovarlas, auditar accesos y mantener la seguridad. Siempre que sea posible, deberían evitarse, asignando usuarios individuales. Los gestores de contraseñas, además de almacenarlas de manera segura, ofrecen en muchos casos funciones específicas para la gestión colaborativa, facilitando la operatividad de la empresa y permitiendo distribuir los accesos solo para quienes los necesitan.
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