Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, en el que la Inteligencia Artificial llama a la puerta con fuerza y amenaza con sustituir al humano en muchas tareas. Es justo en este contexto tan “tecnológico” cuando las ferias profesionales adquieren un papel crucial y ayudan a “humanizar” las oportunidades de negocio y la gestión y construcción de relaciones interpersonales tan importantes para el avance de proyectos.
La multitud de herramientas digitales disponibles para la comunicación no deben excluir la conexión personal, la cual sigue siendo determinante para las empresas.
Estos eventos son siempre citas sectoriales que congregan a expertos en distintas áreas. Es importante percibirlas como un punto de encuentro profesional que, si se gestiona bien, aporta muchas ventajas a todos los que necesiten fortalecer y ampliar su red de contactos. Y buscar nuevos nichos de mercados y otros horizontes profesionales.
Aunque hay también detractores y no faltan opiniones que dicen que en mundo donde casi todo se puede hacer a través de un ordenador estos encuentros carecen de sentido. Yo opino todo lo contrario. Cuanto más virtual a es todo más necesaria se vuelve la mirada humana.
Ventajas de acudir en persona a ferias profesionales
Tras dejar claro mi punto de vista, hago un repaso por las ventajas de participar en ferias, workshops, congresos y encuentros profesionales:
Networking y captación de contactos: Uno de los principales beneficios de asistir en persona a las ferias es la posibilidad de establecer contactos con otros profesionales del sector de difícil acceso en otro contexto. El cara a cara ayuda a generar confianza y contribuye a crear relaciones más sólidas, generar empatía y establecer vínculos sinceros y duraderos. Además, en las ferias profesionales siempre hay hueco para tener conversaciones informales, donde la afinidad puede aflorar de una manera más natural.
Escaparates de tendencias y espacios de innovación: Las ferias son escaparates donde se muestran las últimas tendencias de los distintos sectores. Son también espacios donde conviven empresas emergentes y emprendedores que acuden para dar visibilidad a productos y servicios novedosos e innovadores con las grandes marcas más consolidadas y que buscan ideas y aire fresco. La interacción entre ambas permite a los asistentes mantenerse actualizados y posicionarse en la vanguardia de su sector.
Oportunidades de negocio y ventas: Para muchas empresas, estos eventos son una excelente oportunidad para cerrar acuerdos comerciales, acceder a nuevos clientes y ampliar presencia en ciertos mercados. La interacción directa con potenciales compradores permite adaptar la oferta y a la vez responder con efectividad a sus necesidades.
Aprendizaje y formación: Muchas ferias y citas similares de forma paralela de la parte expositiva tienen también una sección de conferencias, seminarios y mesas redondas en las que expertos del sector exponen temas de interés y actualidad además de casos prácticos. Estas actividades permiten a los asistentes ampliar conocimientos, adquirir nuevas habilidades y tomar el pulso a la industria
Visibilidad y posicionamiento de marca: La participación en ferias no solo fortalece la imagen de las empresas y afianza las estrategias de branding, lo que contribuye a posicionar las marcas como referentes en su sector. La interacción personal con clientes, el análisis de los competidores y el contacto con expertos ayuda a reforzar la credibilidad, da forma a las estrategias internas y genera confianza en el mercado.
Una vez decidida la presencia en una feria conviene trabajar muy bien la presencia en la misma. El diseño de los stands según el objetivo marcado, diseñar una buena agenda de citas y programar las reuniones, llevar el material necesario para las presentaciones… y dejar tiempo libre para hacer nuevos contactos comerciales y ver cómo se presentan otras empresas.
En conclusión, asistir a ferias profesionales es una acción clave para impulsar el crecimiento y el éxito de una empresa en distintos sectores. En estas citas no solo se aprende y se descubren oportunidades, lo más importante es que fomentan relaciones humanas, las cuales siguen siendo esenciales en el ámbito empresarial.
En un mundo cada vez más digitalizado, la interacción con personas de carne y hueso sigue marcando la diferencia.