¿Tienes que estar en todas las redes sociales?

Es un bombardeo constante. Escuchamos continuamente que tenemos que estar en Instagram, TikTok o LinkedIn. Y nos repiten que, si no tenemos perfiles activos en esas redes, no existimos.

Hay muchos empresarios que asumen esta premisa como una obligación y se lanzan al mundo de las redes sociales sin estrategia. Y llenan sus perfiles con contenido absurdo. Mi pregunta es: ¿merece la pena este esfuerzo teniendo en cuenta que el tiempo es un recurso muy escaso para un emprendedor? Vamos a analizarlo.

Si eres una pequeña o mediana empresa y estás dedicando horas de trabajo a crear contenidos para tus redes sociales sin tener claro qué quieres conseguir, siento decirte que estás perdiendo el tiempo. Antes de ponerte con esa complicada tarea, es importante que sepas que la clave no es estar. Hay que estar bien.

Primero: Reflexiona

Hagamos un sencillo ejercicio. Antes de abrir un perfil en una red social, responde con claridad a estas preguntas:

  • ¿Qué quieres contar y para qué? ¿Quieres ventas, hacer marca, darte a conocer, captar leads y datos…?
  • ¿Este contenido tiene interés para mi audiencia? ¿Sería interesante si no lo crease yo?
  • Si el contenido se viralizase, ¿me sentiría orgulloso o preferiría desaparecer?

Si la respuesta es “no tengo ni idea”, algo falla. Si este cuestionario te resulta difícil, quizás sea el momento de pensar un poco más en tu estrategia y evitar ciertas plataformas hasta tenerlo más claro.

Te pongo un ejemplo. Tienes una pastelería y tus dulces están muy buenos, porque es lo que sabes hacer. Para lograr ese sabor delicioso, pasas el día en el obrador, amasando, atendiendo el horno y sabes bien lo que les gusta a tus clientes.
Como complemento, gestionas una cuenta en Instagram para vender más, pero lo que sabes hacer son pasteles, no contenidos. Publicas cuando puedes, y cada vez que lo haces es una pequeña tortura. Como no sabes qué decir, solo subes fotos de tus dulces con textos típicos y aburridos tipo: “¡Rico y delicioso! Increíbles pasteles. Ven a probarlos”. Curiosamente, recibes tres “likes” de personas que, horror, ni siquiera viven cerca de tu pastelería.

Mi pregunta es: ¿crees que este trabajo compensa? ¿Crees que realmente estás atrayendo clientes?

Tranquilo, no te agobies. Es difícil saber hacerlo todo, especialmente si eres un emprendedor y trabajas solo o si tienes una empresa pequeña. Es fundamental entender que las redes sociales son un escaparate: si lo llenas de cosas aburridas, la gente pasará de largo. Pero si lo organizas bien, con mensajes claros y contenido útil, entonces sí puede traer buenos resultados.

Segundo: Conoce a tu audiencia

Una de las reglas clave de cualquier negocio es identificar a tu público y saber dónde está. Y no siempre está en todas las redes sociales. Si, tras analizar la situación, decides que tu audiencia está en Instagram, céntrate en optimizar tu contenido en esa red y no pierdas el tiempo en otras plataformas donde no vas a obtener resultados.

Lo importante es tener claro lo que tu público necesita para ofrecerle un contenido útil. Pero si no tienes tiempo para hacerlo bien, es mejor centrarse en otras formas de atraer clientes.

Tercero: ¿Calidad o cantidad?

Publicar sin criterio es un error muy común. Veámoslo con un ejemplo. Imagina que te ofrecen anunciarte en televisión gratis. ¿Te atreverías a emitir un vídeo improvisado, mal grabado y sin un objetivo claro? Seguro que no.
Sin embargo, en redes sociales, muchas marcas lo hacen así: publican sin pensar en la calidad ni en el impacto del contenido.

Gran error. En redes, todo permanece, al contrario que en la TV, donde todo es más efímero. Un vídeo de mala calidad o un mensaje desafortunado puede reaparecer años después y dañar tu imagen.

Cuarto: El mito de “estar en todas partes”

Abrir perfiles sin estrategia es una pérdida de tiempo y divide las energías. No todas las plataformas garantizan el mismo retorno. Debes tener claro qué ofrece cada una y entender su público y dinámica:

  • Facebook: Alcance orgánico en caída, poca efectividad sin inversión.
  • Twitter/X: Un foro de críticas y debate rápido, difícil de gestionar para pequeñas marcas.
  • Instagram: Mucho postureo, en declive, aunque las historias tienen cierto impacto. Los anuncios mejoran la segmentación.
  • LinkedIn: En teoría es una red profesional, pero cada vez más parecida a Facebook y con mucho autobombo.
  • TikTok: Gran alcance pero imprevisible, con problemas de seguridad. Nunca se sabe qué funcionará.
  • Threads: Una nueva apuesta que satura un mercado ya de por sí complejo.

Quinto: Céntrate en lo esencial

Para ser eficaz, a veces hay que decir “no” a propuestas que consumen energía. Elegir bien los canales y centrarse en contenido de calidad ayuda a obtener mejores resultados. Publicar por publicar no sirve de nada. El autoanálisis es importante.

Las redes sociales pueden ser herramientas muy útiles si se usan con estrategia, si tenemos claros los objetivos e identificamos bien a nuestra audiencia. Pero si no puedes gestionarlas de forma profesional, quizás sea mejor olvidarse de ellas.

Si decides apostar por estar en redes, optimiza tu tiempo, define bien tus mensajes y enfoca tus esfuerzos en lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio con objetivos claros y trabajar en una dirección coherente.

Puedes aprovechar los servicios de asesoramiento de la Oficina Económica de Galicia. Solo tienes que cubrir el formulario en línea de nuestra página web y una persona experta se pondrá en contacto contigo.