Iniciar un negocio conlleva múltiples responsabilidades, entre ellas, cumplir con el marco fiscal correspondiente. Este artículo te ayudará a tener una visión más clara sobre los impuestos más relevantes.
La dimensión fiscal es uno de los pilares fundamentales en la gestión de cualquier empresa, independientemente de su forma jurídica. Un adecuado conocimiento y cumplimiento de las obligaciones tributarias no solo te evitará sanciones y recargos, sino que también contribuirá a la sostenibilidad financiera de tu negocio. Además, una buena planificación fiscal te permitirá optimizar tus recursos, anticipar costes y tomar decisiones con mayor seguridad.
Principales impuestos que afectan a una Sociedad Limitada (SL)
En España, las SL están sujetas a una serie de tributos que deben gestionarse de forma periódica (principalmente de forma trimestral y anual). A continuación, se detallan los más relevantes:
- Impuesto sobre Sociedades (IS): Este tributo grava los beneficios obtenidos por la empresa. El tipo impositivo general es del 25%, aunque existen tipos reducidos en determinados supuestos, como para nuevas entidades (15% o 20% el primer periodo impositivo en que la base imponible resulte positiva y el siguiente) o pequeñas empresas en sus primeros ejercicios.
- Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Antes de iniciar la actividad, la empresa debe darse de alta en este impuesto. No obstante, el pago solo es obligatorio si la cifra de negocios supera el millón de euros anuales, estando exentas las sociedades por debajo de ese umbral.
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): Es un impuesto indirecto que recae sobre la entrega de bienes y la prestación de servicios. La empresa debe incluir el IVA en sus precios y, posteriormente, ingresarlo en Hacienda, actuando como intermediaria en su recaudación.
- Retenciones e ingresos a cuenta: La SL tiene la obligación de practicar retenciones en determinados pagos (por ejemplo, a profesionales autónomos, alquileres de inmuebles o rendimientos financieros) y efectuar su ingreso en Hacienda (AEAT) en los plazos establecidos.
- Cotizaciones a la Seguridad Social: La empresa debe abonar tanto la parte de las cotizaciones sociales correspondiente a sus trabajadores como la parte empresarial. Esto forma parte del cumplimiento de sus obligaciones laborales y sociales.
Principales impuestos que afectan a un autónomo en España
Al igual que las sociedades, los trabajadores autónomos deben hacer frente a una serie de obligaciones fiscales desde el momento en que inician su actividad. Conocer bien estos tributos no solo permite cumplir con la normativa vigente, sino también anticiparse a costes y optimizar la gestión económica del negocio.
A continuación, se describen los impuestos más relevantes que afectan a los profesionales por cuenta propia en el sistema fiscal español:
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): Los autónomos tributan sus beneficios a través del IRPF, presentando declaraciones trimestrales y un resumen anual. Existen dos métodos principales para calcular la base imponible: estimación directa (normal o simplificada) y estimación objetiva (módulos), según la actividad y el volumen de ingresos.
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): La mayoría de los autónomos están obligados a repercutir IVA en sus facturas y a presentarlo trimestralmente a Hacienda, deduciendo el IVA soportado por sus compras. Están exentos quienes desarrollan actividades no sujetas o exentas, como la formación reglada o servicios sanitarios.
- Retenciones en facturas (IRPF): En determinadas actividades, como profesionales colegiados o creativos, debe incluirse una retención del IRPF (habitualmente del -15%, pero del -7% durante los tres primeros años de actividad) en las facturas emitidas a empresas o autónomos, que luego ingresan estos importes en Hacienda en nombre del autónomo.
- Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Aunque el alta en este impuesto es obligatoria al comenzar la actividad, el pago solo aplica a quienes superen el millón de euros de facturación anual. La inmensa mayoría de los autónomos están exentos de su pago.
- Cotizaciones a la Seguridad Social: El autónomo debe abonar mensualmente su cuota a la Seguridad Social, en función de la base de cotización elegida. Desde 2023, con el nuevo sistema por tramos, esta cuota se adapta a los ingresos reales declarados, lo que permite una mayor proporcionalidad entre ingresos y cotizaciones.
Existen ciertas reducciones y bonificaciones a la Seguridad Social que deben contemplarse. La principal es la conocida como “Tarifa plana para nuevos autónomos”, que supone una cuota reducida de 80,00 € durante 12 meses (ampliable a otros 12). Su solicitud se realiza al tramitar el alta. Sin esta bonificación, la cuota puede oscilar (en función de tus ingresos) entre un mínimo de 200 € (ingresos inferiores a 600 €), 291 € (ingresos entre 1.166 € y 1.300 €) y 350 € (ingresos entre 1.700 € y 1.850 €).
En ambos casos, sociedades limitadas o autónomos, puede haber otros tributos aplicables en función de la actividad o del lugar donde se vendan los productos o se presten los servicios (por ejemplo, tasas municipales por licencias o uso del espacio público, impuestos medioambientales…).
Si tienes dudas sobre aspectos fiscales en tu empresa, ponemos a tu disposición un equipo de técnicos especializados que te asesorarán sin compromiso. Contacta con nosotros cubriendo este cuestionario y recibe orientación personalizada.